El pasado jueves, pasadas las 14 horas, el intendente de Río Segundo, Darío Chesta, tomó una decisión de alto impacto político: exigió la renuncia de todos los integrantes de su gabinete, desde secretarios hasta directores. La medida, sorpresiva y sin antecedentes recientes en la gestión local, marca un punto de inflexión en la conducción municipal.
Según fuentes oficiales, Chesta inició una reestructuración integral con el objetivo de “fortalecer controles y mejorar los servicios”. Sin embargo, el pedido masivo de renuncias revela tensiones internas y posibles desacuerdos en áreas clave de gestión.
Desde el municipio confirmaron que los servicios públicos continúan funcionando con normalidad, aunque el clima institucional se encuentra atravesado por la incertidumbre. La salida simultánea de todo el equipo político abre interrogantes sobre el rumbo de la administración y los próximos pasos del intendente.
Se espera que en los próximos días se definan nuevos nombramientos y se anuncie el rediseño del esquema de gobierno local.
Fuente: Periodismo Regional.
